Vente a Suecia, Moraino

13 febrero 2007

Howto: Hacer una paella en Suecia a -6º

Muy buenas a tod@s. Dije en mi última entrada que iba a hablar sobre mi viaje a Rusia, pero este finde pasado ha ocurrido algo especialmente surrealista y cañí aquí en Linköping y no puedo resistirme a contároslo.
Todo empezó en diciembre, cuando a Luis se le ocurrió la absurda idea de hacer una paella en las barbacoas de Ryd. Todo se hubiese quedado ahí, si no fuera porque nuestro McGyver particular, Juanbe, se puso a darle vueltas al asunto y a hacer su particular estudio de viabilidad del proyecto. Así que, finalmente se puso manos a la obra y compró por Internet en "Menaje del hogar La Carredana" el único elemento que nos faltaba, la paella. Digo paella porque, según el maestro paellero Felipe, natural de Benidorm, al recipiente donde se cocina la paella se le llama paella, y no paellera, y así será de aquí en adelante en este nuestro blog.
Tras una larga espera de dos semanas, por fin llegó el aviso de que la paella estaba aquí.


Con gran alegría y alborozo nos dispusimos a ir a recogerla a la oficina de correos, pero nos dijeron que volviésemos por la tarde, que aún no estaba. Así que, mientras tanto, nos pusimos a buscar otro elemento importante: El soporte para la paella. Aquí intervino de nuevo el genio bricomaníaco de Juanbe, vio un carro del Ikea abandonado y se puso a ello.



Ea, ya tenemos soporte para la paella. Mi korridor es estupendo, te puedes poner a serrar una carrito del Ikea y la gente pasa y ni hace preguntas ni nada, eso sí que es hacerse el sueco. Siguiente paso, hacer la compra:


Y ahora, a hacer el segundo intento de recoger la paella en correos, vídeo cortesía de Juanbe:



Finalmente, hay que lanzarse a la calle, sin hacer caso de que estemos a -6º y que ya se haya hecho de noche. En primer lugar, hay que intentar quitarle algo de hielo y nieve a la barbacoa:

Se nivela la paella para que quede lo más horizontal posible:


Se le echa sal a la paella:

Se fríe el pollastre primero y luego se le añade el resto de los avíos, salvo el arroz:

Se echa el agua, primero hasta la mitad, y luego hasta los tornillos de la paella:


Se aviva el fuego hasta que hierva, se espera unos 20 minutitos tomando una cervecita y finalmente se añade el arroz.



Se pone en la mesa y... ¡A disfrutar! Y si no, sólo hay que fijarse en la última foto.





Muchas gracias, Felipe, por darnos estos grandes momentos de felicidad gastronómica.