Crucero a Tallin

Muy buenas a todos los pacientes seguidores de este blog que tan abandonado tengo últimamente. Hoy voy a hablar de un viaje que hice hace ya casi dos meses a Tallin, capital de Estonia.

El viaje lo realizamos en barco desde Estocolmo, así que esta fue la segunda oportunidad que tuve de visitar la capital sueca. Esta vez la estancia no fue tan accidentada como la anterior, ni la selección española de fútbol tuvo oportunidad de darme un disgusto. En esta ocasión visité Gamla Stan, que es el centro histórico de Estocolmo, donde se encuentran el Parlamento, el Palacio Real y la catedral. Es un lugar curioso, lleno de tiendas y calles estrechas, entre ellas la más estrecha de Estocolmo, Mårten Trotzigs Gränd, cuya foto se ve aquí debajo, desde arriba y desde abajo.

De Estocolmo sólo añadir una fotillo con el símbolo de la ciudad, el ayuntamiento, que es donde se realiza el banquete de los premios Nobel.


A Tallin fuimos en el crucero HMS Victoria, un barco bastante nuevo pero con cierto ambientillo hortera, como si lo hubiese decorado José Luis Moreno. Hay que tener en cuenta que estos barcos se usan principalmente para transportar suecos a Estonia y Letonia, donde pueden comprar ingentes cantidades de alcohol a un precio mucho más barato que en Suecia. Otras fuentes de ingresos son los bares del barco y la venta "duty free" de alcohol, tabaco y cosméticos. Así que el ambiente resultante es bastante raro, con mucha gente borracha o en vías de estarlo de entre 30 y 80 años, mesas de blackjack, ruleta, tragaperras...Y la fisonomía del barco es bastante distinta a la de los cruceros que estamos acostumbrados a ver en Cádiz. Aquí, como no suele hacer mucho calor, casi no hay cubiertas exteriores, sólo se usan para salir a fumar. Ahí teneis más fotos.




A la mañana siguiente llegamos a Tallin. Es una ciudad cuyo centro histórico medieval está muy bien conservado, todo lleno de cuestas, calles estrechas y grandes casas de comerciantes. Ahí van unas imágenes del casco antiguo desde un mirador:


Las tres últimas son del ayuntamiento, uno de los más antiguos del Báltico, con un detalle de un canalón con cabeza de dragón, y de una señal que advierte del peligro de tirones.
Durante gran parte de su historia, Estonia fue parte de Rusia, y aunque los estonios son mayoritariamente luteranos, los rusos dejaron una catedral ortodoxa, donde se reúne la minoría rusa que queda en la ciudad.


Hala, foto con pope saliendo de la catedral y todo, para que no os quejéis. Por último, Tallin también presume de las torres que se conservan en la muralla medieval.

Eso es todo, el viaje de vuelta fue más o menos como el de ida, aunque esta vez el barco se meneó bastante más, con lo cual uno no sabía si la gente que se cruzaba por los pasillos estaba borracha o si era culpa de la tormenta. Como detalle deportivo, decir que gracias a la ZDF pudimos ver cómo Fernando Alonso ganaba su 2º título de campeón mundial de Fórmula 1 dentro del barco con meneíto del barco incluído.